CONDES, TENENTES Y ENCOMENDEROS DEL HONOR DEL SUARÓN

Genealogía de los condes y tenentes del Honor del Suarón entre los siglos XI y XIII (color magenta) y su parentesco con los Villaamil (color verde).
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Según Bernard F. Reilly y John Lynch, «el Honor» o «la Honor» en el reino asturleonés era el territorio en torno a un castillo que era otorgado como patrimonio a un noble, por razón de su participación en las campañas militares del rey. En ocasiones esto daba lugar a una dispersión del patrimonio y los derechos feudales de las familias nobiliarias, como era el caso, por ejemplo, de los condes de Présaras, los Gutier y los Arias Menéndez cuyo patrimonio estaba repartido por casi toda Galicia.

El Honor del Suarón estaba delimitado por los ríos Eo y Navia. Y el castillo del Honor del Suarón o castillo del Suarón de Presno gobernaba feudalmente este territorio.

Este territorio del Honor del Suarón fue conocido como Entrambasaguas, Entrerríos y Tierra de Ribadeo. Este último nombre procede y hace referencia al río y la ría del Eo, y no guarda ninguna relación con el Burgo de Ribadeo (actual población de Ribadeo situada en la margen contraria de la ría del Eo; ría de la que procede también el nombre de este pueblo gallego, y no al revés).

El hecho de que el noble gallego Fernando Yáñez (antes de 1112 - después de 1157) fuera un descendiente de los condes del Honor del Suarón podría indicar una dispersión de las propiedades y derechos feudales de dichos condes entre diferentes zonas de Galicia (y tal vez Asturias) alejadas entre sí. O bien la existencia de relaciones políticas y familiares con otras casas nobiliarias gallegas.

 


Tenentes del Honor del Suarón anteriores a la donación de Alfonso VII al obispado de Oviedo en 1154

Las primeras referencias documentales conocidas al Honor del Suarón proceden de documentos de la Catedral de Oviedo del siglo XI, del Libro Registro del monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea) y del diplomatario del monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos. La referencia más antigua documentada a potestas en Suarón es Álvarus Rodríguez en 1153.

Según Ramona Pérez de Castro en este territorio anteriormente al año 1154 existía una relación de comandatio o mandación con el monarca y de benefactoría, patrocinio, o behetría, con los campesinos ingenuos o libres. Sin embargo esta opinión carece de solidez ya que:

  • No se sustenta en ninguna fuente histórica ni documental. Sino meramente en extrapolar para el caso concretísimo del Honor del Suarón las impresiones que dos autores contemporáneos (Claudio Sánchez-Albornoz y Luis García de Valdeavellano) realizaron ya en el s. XX en obras generalistas sobre los reinos hispánicos, o en el mejor de los casos para todo el reino asturleonés.
  • Conceptualmente la comandatio o mandación real por definición es incompatible con la behetría. Pues en el primer caso el poder feudal emana del rey —imperium— que es quien elige y nombra al señor feudal; mientras que en la behetría el poder emana de un pacto entre el señor feudal y los siervos, que son libres de deshacerlo sin ninguna potestad del rey.
  • Esta idea de imaginar que en los siglos XI y XII pudiera existir una doble relación, por una parte de comandatio o mandación real y por otra de behetría con los campesinos, parece recrear dos sistemas políticos muy posteriores:
    • Por una parte las actuales monarquías parlamantarias, basadas en el principio de «el rey reina pero no gobierna», en las cuales el rey no tiene ningún poder real ya que se limita a sancionar las leyes y realizar los nombramientos que han decidido otros poderes diferentes. Sin embargo, recordemos que la monarquía parlamentaria aparece por primera vez en Gran Bretaña en los s. XVII y XVIII.
    • Por otra parte, varios documentos del s. XVI del antiguo concejo de Castropol (de la recopilación de documentos históricos publicada por José Ramón Fernández de Luanco en 1882 con el título «Documentos históricos de Asturias») describen que en aquel momento el funcionamiento y la organización política del señorío eclesiástico del antiguo concejo de Castropol se realizaba mediante cobre-electores elegidos por los vecinos que a su vez elegían a los jueces ordinarios que gobernaban el concejo, aunque todos ellos estaban sometidos al poder superior del alcalde mayor juez de alzadas que era nombrado por el obispo como señor feudal. Sin embargo, no existe ningún conocimiento sobre el funcionamiento de todo ello anterior al s. XVI; y el señorío del Honor del Suarón fue donado al obispado de Oviedo cuatro siglos antes, en el año 1154.
    De modo que esta suposición consiste en imaginar que dos sistemas políticos precursores de las democracias contemporáneas que existieron en los s. XVI, XVII y XVIII en la Edad Moderna se aplicaban en los s. XI y XII en el feudalismo de la Alta Edad Media. Obviamente se trata de un ejercicio no sólo de imaginación, sino sobre todo extemporáneo y de descontextualización histórica.

Lo cierto es que la donación del señorío feudal del Honor del Suarón al obispado de Oviedo en 1154 por parte de Alfonso VII pone de manifiesto que con anterioridad a dicha donación este territorio era un señorío de realengo, y no un territorio de behetría. Además el significado del término «Honor», ya expuesto anteriormente (territorio en torno a un castillo otorgado por el rey como patrimonio a un noble por razón de su participación en las campañas militares reales), implica que se obtiene mediante una concesión y un nombramiento decididos y realizados por el rey, lo cual es absolutamente incompatible con la behetría.

Según Antonio y Lino López-Cotarelo Villaamil, Tructinio Féliz aparece documentado como un importante terrateniente del extremo noroccidental de Asturias en el s. X y como fundador del monasterio de Serantes y de diversos monasterios de herederos en la zona. Tructinio Féliz aparece en el Libro de Registro del monasterio de Corias (Cangas de Narcea) como tatarabuelo de los hermanos Rodericus, Petrus y Alvarus Velaz, hijos a su vez de Vela Fernandi. Petrus Velaz ingresó como monje en el monasterio de Corias a la muerte de su esposa Ónega Rodríguez tras haber hecho una donación al monasterio en el año 1086. Por su parte Alvarus Velaz figura en la donación de su hermano y en otra suya y de su esposa Azenda en 1064. En esta última donación aparece Rodericus Velaz con el título de comes (conde).

Sin embargo, Jesús Fernández Suárez duda de que Petrus Vélaz hubiera estado casado con Ónega Rodríguez, pues en en sl s. XI —y aún en el XII— no era habitual que viudos o viudas ingresaran como monjes en un monasterio, como sí sucedía a partir del s. XIII.

Por otra parte, en la Colección Diplomática de Villanueva de Oscos aparecen dos donaciones en el año 1153 realizadas por Honega Ramírez al monasterio de Villanueva de Oscos realizadas en Boal o Coaña y en El Franco. Estas donaciones aparecen firmadas por Alvarus Rodriguez potestas in Gallecia et in Suarone. Respecto a este título de potestas in Gallecia et in Suarone de Alvarus Rodriguez cabe señalar:

  • El término in Gallecia hace referencia a señoríos y derechos feudales en Galicia. Podría tratarse de tenencias o derechos feudales en las actuales provincias de Orense y Pontevedra, pues Fernando Yáñez (hermano del primer Bartolomé Yáñez de villaamil) tuvo los derechos de portazgo del puente de Puente Sampayo y la tenencia de La Limia, y también es posible que hubiera residido en Allariz y que un hermano suyo fuera abad del monasterio de San Esteban de Rivas de Sil. Creemos que en el s. XI y principios del XII Alvarus Vélaz (hermano del conde del Honor del Suarón Rodericus Velaz, que era el padre —o tal vez el abuelo— de Alvarus Rodríguez) y su hijo Juan Álvarez ya ejercieron de forma efectiva los derechos feudales (y la actividad política y militar inherente) en estos dominios en Galicia, aunque también es posible que ejercieran dicho poder feudal sobre el terreno en representación de su hermano y tío, respectivamente, el conde Rodericus Velaz. Así, en 1121 Juan Álvarez y su hijo Fernando Yáñez participaron junto a Árias Pérez y Juan Díaz en el arresto del obispo Diego Gelmírez obedeciendo órdenes de la reina Urraca. Posteriormente Fernando Yáñez intervino muy activamente en la guerra de La Limia entre Afonso Henriques y Alfonso VII, a favor de este último. Como se ha comentado, Fernando Yáñez tuvo la tenencia de La Limia. Y a su muerte (después de 1157) la tenencia pasó a Alvarus Rodriguez, constando que en 1165 la ostentaba.

Francisco Antonio Villaamil y Logares (1672-1732), en un ma­nuscrito his­tó­ri­co es­cri­to a principios del siglo XVIII que trata sobre la historia del antiguo concejo de Castropol, afirma que el castillo del Fiel perteneció en encomienda a los condes «que lo fueron entre el [río] Euve [Eo] y el Navia» —es decir, a los condes del Honor del Suarón— que eran antepasados de la familia Villaamil y que fundaron un monasterio de herederos en Serantes. Es decir, a Alvarus Rodríguez, al conde Rodericus Velaz, a Vela Fernandi y a los antepasados de estos.

Hasta mediados del s. XIX aún quedaban restos en pie del castillo del Fiel en Castropol. Sin embargo, parece que en el s. XVII —en época de Francisco Antonio Villaamil y Logares— ya no quedaban restos visibles del castillo del Honor del Suarón. Por ello es posible que Francisco Antonio Villaamil y Logares confudiera ambos castillos, ya que es este último (el del Honor del Suarón), y no el del Fiel, el que aparece ligado al Honor del Suarón en la donación efectuada en 1154 por Alfonso VII al obispado de Oviedo.

Por último cabe indicar que Ramona Pérez de Castro expone una genealogía de los señores de la casa de Presno de la parroquia de Santa Eulalia de Presno (concejo de Castropol) según la cual estos habrían sido los señores del Castillo del Suarón anteriormente a 1154. Pero dicha información no se basa en fuentes documentales primarias, sino únicamente en las genealogías publicadas por José Manuel Trelles Villademoros en su obra «Asturias Ilustrada» entre 1736 y 1739, así como en otras publicaciones de los s. XIX y XX que en muchos casos únicamente replican la información de Trelles Villademoros. De modo que se trata en todos los casos de fuentes secundarias muy posteriores a los hechos y que en general son redundantes entre sí. Además, debemos tener también en consideración que la genealogía de los Villaamil publicada por Trelles Villademoros en dicha obra «Asturias Ilustrada» antes del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil (¿?-1140-¿?) es errónea en prácticamente todo su contenido; y que en épocas más recientes comete importantes errores de bulto: concretamente en las cuatro generaciones anteriores a Ares Fernández de Villaamil (¿?-1559). Por todo ello las genealogías publicadas por Trelles Villademoros no se pueden considerar una fuente histórica fiable. 

 

Confusión del conde Rodericus Velaz y su hijo, o nieto, Alvarus Rodríguez con los condes de Sarria

El conde del Honor del Suarón Rodericus Velaz (hijo de Vela Fernandi) ha sido históricamente confundido con el conde de Sarria Rodrigo Velaz (hijo de Vela Ovéquiz). Y Alvarus Rodriguez potestas in Gallecia et in Suarone (hijo, o tal vez nieto, del primero y también señor del Honor del Suarón) ha sido confundido con el conde Álvaro Rodríguez de Sarria (Alvarus Roderici Galletiae, hijo del segundo y también conde de Sarria).

El hecho de que en ambos casos los personajes sean coetáneos y se llamen igual ha inducido tal confusión. El sistema de nombres y apellidos de los siglos X y XI, en el que los hijos tomaban como apellido el nombre del padre (primero latinizado y acabado en -i del genitivo, y posteriormente castellanizado y acabado en -ez) ha favorecido tal confusión.

No resulta nada creíble en absoluto la presencia en 1153 del poderoso conde de Sarria Álvaro Rodríguez en los actuales concejos asturianos de El Franco y Coaña para firmar las donaciones de Honega Ramírez al monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos citadas anteriormente.

Los condes de Sarria eran uno de los linajes feudales más poderosos de Galicia en su tiempo. Tampoco resulta creíble que hubieran firmado documento alguno acompañando su nombre del título potestas in Gallecia et in Suarone incluso aunque efectivamente hubieran sido señores del castillo y el Honor del Suarón. Pues el castillo y el Honor del Suarón están claramente muy por debajo de su estatus y de otros títulos nobiliarios que sí ostentaban, como el propio Condado de Sarria.

Sin ninguna duda, el Alvarus Rodriguez que firmó esas donaciones al Monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos no era el conde de Sarria. Sino que era hijo del conde Rodericus Velaz, nieto de Vela Fernandi, primo de Juan Álvarez y tío segundo de Fernando Yáñez y de Bartolomé Yáñez de Villaamil.

Creemos por tanto, que los condes de Sarria y sus descendientes nunca ostentaron encomienda ni potestad alguna sobre el castillo y el Honor del Suarón. Y que dicha encomienda y potestad correspondió, al menos hasta el s. XII, a los antepasados y parientes de los Villaamil.

Y del mismo modo que los documentos relacionados con el castillo y el Honor del Suarón de los condes Rodericus Velaz y su hijo Alvarus Rodriguez han sido erróneamente interpretados como correspondientes a los condes de Sarria, cabe suponer que lo mismo —y con más motivo— habrá sucedido al interpretar los documentos relacionados con otros dominios feudales y posesiones. Hasta el punto de haber eliminado completamente todo rastro sobre el conocimiento de su existencia. Este hecho podría explicar también, al menos en parte, el completo desconocimiento del origen y ascendencia de Fernando Yáñez en los trabajos y estudios publicados hasta ahora.

Así por ejemplo, la Chronica Adefonsi Imperatoris afirma que a la campaña militar de la conquista de Almería asistió un Álvaro Rodríguez, al que presenta como hijo de Rodrigo Fernández de Castro, alferez real y alcaide de Toledo (y que firma como testigo en el privilegio de inmunidad de 1140 de Bartolomé Yáñez de Villaamil). Algunas fuentes consideran que se trata de un error, y que este Álvaro Rodríguez de la conquista de Almería era el conde de Sarria. Sin embargo, no se puede descartar que se tratara realmente del hijo del conde Rodericus Velaz, nieto de Vela Fernandi, primo de Juan Álvarez y tío segundo de Fernando Yáñez (que tuvo una participación muy importante precisamente en esa campaña militar) y de Bartolomé Yáñez de Villaamil.

Las mismas fuentes afirman también que «tras esta campaña [de la conquista de Almería], el conde Álvaro Rodríguez de Sarria figuró entre los magnates más próximos al Emperador y a su hijo, el futuro Fernando II, recibiendo además importantes muestras del favor regio; entre ellas, la villa herema qua vocatur Meira, aunque los monjes de Claraval ya habían fundado allí una casa ocho años antes». Al parecer esta donación la realizó Alfonso VII en 1151, y en ella sólo se indica como identidad del donatario el nombre de Álvaro Rodríguez. Parece claro por tanto, que la identificación de este Álvaro Rodríguez con el conde de Sarria es sólo una mera suposición. Y dada la relativa cercanía de Meira (actual provincia de Lugo) al castillo del Suarón y al río Eo (limite del territorio de Entrambasaguas del Honor del Suarón), resulta también bastante probable que este Álvaro Rodríguez fuera realmente el hijo del conde Rodericus Velaz, nieto de Vela Fernandi, primo de Juan Álvarez y tío segundo de Fernando Yáñez y de Bartolomé Yáñez de Villaamil.

Por otra parte, en 1165 consta que la tenencia de La Limia perteneció a Alvarus Rodríguez. Al igual que en los casos anteriormente citados se ha interpretado erróneamente que este Alvarus Rodríguez era también el conde de Sarria. Consideramos que nuevamente se trata de otro error similar. Esta tenencia de La Limia había pertenecido con anterioridad a 1154 al ya mencionado Fernando Yáñez, que era sobrino segundo del Alvarus Rodríguez que sí tuvo la tenencia del Honor del Suarón y que era hijo del conde Rodericus Velaz y nieto de Vela Fernandi.


Escudos de los condes del Honor del Suarón

Francisco Antonio Villaamil y Logares (1672-1743), en un manuscrito escrito a principios del s. XVIII sobre la historia de Serantes y del antiguo concejo de Castropol habla sobre el sepulcro de la Piedra del Conde de la iglesia de Serantes y afirma que «conserva dicha lápida el nombre del Conde [que yacía en el sepulcro] en memoria de los condes de esta familia, fundadores de dicho monasterio [de Serantes], que lo fueron entre el Euve y el Navia del castillo del Fiel que se daba en encomienda, y los comendadores tenían el nombre de condes».

Francisco Antonio describe así los escudos de estos condes del Honor del Suarón que eran parientes de los Villaamil: «tiene [la lápida del sepulcro] por lado derecho siete escudos que contienen las armas de la familia de Serantes y Villaamil, que llenan toda la ladera de la cabeza a los pies; el primero que está junto a la cabeza es de siete ondas, el segundo de tres bandas, el tercero un águila volante rampante, el cuarto es otro escudo de cuatro ondas, el quinto es otro escudo como el segundo de tres bandas, el sexto es otro escudo como el tercero con un águila volante rampante, y el séptimo y último que está a los piés es un escudo de tres ondas; que todos vienen a hacer las propias armas de este ilustre linaje trasladado a Vegas de Bría».


Escudos presentes en la lápida del sepulcro de la Piedra del Conde de la iglesia de Serantes.


Se aprecia cómo los tres elementos principales del escudo de los Villaamil (las águilas volantes rampantes, las bandas y las ondas) son coincidentes con los de estos escudos del sepulcro de la Piedra del Conde de la iglesia de Serantes que según Francisco Antonio Villaamil y Logares (1672-1743) perteneció a los condes del Honor del Suarón. Lo que confirma el parentesco entre ambos linales.


Encomenderos del Honor del Suarón entre la donación de Alfonso VII al obispado de Oviedo en 1154 y la fundación de la puebla de Roboredo en 1270

En 1154 Alfonso VII hizo donación del castillo del Suarón de Presno junto con el Honor del Suarón al obispado de Oviedo. Aunque según Jesús Fernández Suárez, los sucesivos obispos de Oviedo mantuvieron la encomienda del castillo y del Honor del Suarón a Alvarus Rodríguez y sus descendientes.

Según Jesús Fernández Suárez en los años centrales del s. XII Alvarus Rodríguez se casó con la condesa Sancha Fernández, hija de Pedro Froílaz de Traba y la infanta Teresa de Portugal. Se sabe que al menos tuvieron tres hijos. Tras muchos años de matrimonio, una vez fallecido Alvarus Rodríguez, Sancha Fernández se casa con Pedro Alfonso, primo de Alvarus Rodríguez. En el contrato de arras Pedro Alfonso le dona a su mujer Sancha Fernández los bienes que tenía en la feligresía de Piantón, bienes que ella luego dona a la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén. Apenas tres años después de la muerte de su segundo marido Pedro Alfonso, Sancha Fernández se casa nuevamente con el conde Gonzalo Rodríguez, mucho más joven que ella, lo que le supone a éste entrar en los círculos de poder de la comarca de Entrambasaguas. En opinión de Jesús Fernández Suárez, Rodericus Gundisalvus Rodríguez parece hijo del tercer marido de doña Sancha (Gonzalo Rodríguez), sin serlo suyo, ya que cuando se casó por tercera vez superaba los 60 años.

Creemos que la información del párrafo anterior es errónea, ya que confunde al Alvarus Rodriguez que en 1153 era tenente del Honor del Suarón con el conde de Sarria Álvaro Rodríguez. El conde de Sarria Alvaro Rodríguez sí estaba casado con la condesa Sancha Fernández, hija de Pedro Froilaz de Traba y la infanta Teresa de Portugal, pero nunca tuvo la tenencia del Honor del Suarón.

Efectivamente Rodericus Gundisalvus Rodriguez no era hijo del conde de Sarria y Sancha Fernández. Los nombres de los hijos de este conde de Sarria son conocidos, y ninguno de ellos se llama Rodericus Gundisalvus. Buscando una relación de parentesco entre Rodericus Gundisalvus Rodriguez y el conde de Sarria, se ha supuesto erróneamente que Rodericus Gundisalvus Rodríguez podría haber sido un hijo anterior de un marido de Sancha Fernández posterior al conde de Sarria, llamado Gonzalo Rodríguez. En este sentido, Gundisalvus en nominativo es un nombre y no un apellido, ya que si lo fuera sería Gundisalvi en genitivo, o bien Gundisalvez o González.

Rodericus Gundisalvus Rodriguez era hijo de Alvarus Rodriguez (documentado como tenente del Honor del Suarón en 1153), nieto del conde Rodericus Velaz, biznieto de Vela Fernandi y primo segundo de Fernando Yáñez y del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil. Y ninguno de ellos tenía relación de parentesco alguna con los homónimos y coetáneos condes de Sarria, con los que se les ha confundido.

En 1232 Menendo Peláez (cuyo parentesco con Alvarus Rodriguez no se conoce) tiene la tenencia del Suarón, y la tiene al completo. Al año siguiente fallece y la tenencia continúa en sus hijos Gonzalo Menéndez y Suero Pelaéz Vetulli (1239). Posteriormente quedará solamente el primero hasta que se funda la puebla de Roboredo en torno a 1271. En algunas fechas comparten la tenencia con otros individuos de los que se desconoce su casa nobiliaria.

La siguiente tabla muestra los tenentes del Suarón desde mediados del siglo XI hasta 1270, fecha en la que desaparece la tenencia y se inaugura el Concejo de Roboredo. Es de suponer que deberían ser personajes del tronco familiar de Álvaro Rodríguez.

 Fuente: Jesús Fernández Suárez.

 

Encomenderos de la Tierra de Ribadeo a partir de 1368

Como se ha comentado, la última referencia al Honor del Suarón data de 1270 coincidiendo con la fundación de la puebla de Roboredo. En 1298 el obispado de Oviedo clausura la puebla de Roboredo y funda la de Castropol. En el s. XIV se utiliza también el término Tierra de Ribadeo (que no guarda ninguna relación con el Burgo de Ribadeo, actual población gallega de Ribadeo, situada en margen contraria de la ría del Eo de la que procede el término Ribadeo en ambos casos).

Todos estos términos (Honor del Suarón, Entrambasaguas, Entrerríos, Concejo y Alfoz de la Puebla de Roboredo, Concejo y Alfoz de la Puebla de Castropol y Tierra de Ribadeo) hacen referencia al mismo territorio comprendido entre los ríos Eo y Navia, cuyo señorío feudal conservó el obispado de Oviedo hasta el siglo XVI con todos esos nombres.

En 1368 el obispado de Oviedo realiza una encomienda de la Tierra de Ribadeo a la familia Osorio, señores de Villalobos y Castroverde en la parte Zamorano de la Tierra de Campos. El encomendero era una especie de gobernador en quien delegaba su poder el señor feudal, en este caso el obispo.

Más tarde, el obispado de Oviedo cedió a los Osorio el señorío de los cotos de Figueras, San Tirso de Abres y La Veguía, y además de ciertos derechos en otros lugares, como los diezmos y el derecho de presentación de la parroquia de Serantes. Este último derecho lo compartían los Osorio con los Villaamil de la casa solariega, a razón de dos cuartos y medio para los Osorio y un cuarto y medio para los Villaamil.

En 1537 el marqués de Astorga vendió el señorío del coto de Figueras junto con otros bienes que incluían su parte del derecho de presentación y de los diezmos de la parroquia de Serantes al conde de Altamira, el cual se los revendió unos meses después a Arias Pardo de Donlebún, que instituyó el señorío de los Pardo en Figueras.

 

El final del señorío feudal del obispado de Oviedo sobre el Honor del Suarón

Como se ha comentado anteriormente, el obispado de Oviedo conservó hasta el siglo XVI sus derechos feudales sobre todo el territorio comprendido entre los ríos Eo y Navia. Este derecho señorial tenía como único origen y legitimidad la donación del Honor del Suarón realizada por Alfonso VII en 1154 al obispado de Oviedo. Y se mantuvo durante más de 400 años, aunque el nombre con que se hacía referencia al señorío eclesiástico (Honor del Suarón, Entrambasaguas, Entrerríos, Concejo y Alfoz de la Puebla de Roboredo, Concejo y Alfoz de la Puebla de Castropol y Tierra de Ribadeo) fue cambiando a lo largo del tiempo.

En 1575 Felipe II inicia un proceso de desamortización de señoríos eclesiásticos para hacer frente a la bancarrota del estado provocada por los gastos de la batalla de Lepanto contra los turcos y las guerras de Flandes contra los protestantes, conforme a la bula 6-4-1574 de Gregorio XIII. El señorío eclesiástico del Concejo de Castropol fue el bien de mayor entidad y valor económico desamortizado en Asturias. Fue vendido entre 1579 y 1584 por feligresías, cada una de las cuales fue comprada por sus propios habitantes, que quedaron de este modo redimidos de la dominación feudal del obispado de Oviedo. Con excepción de Figueras, que no se redimió del poder feudal de la familia Donlebún hasta 1775.


Pertenencia del Honor del Suarón a Asturias o a Galicia

Existe controversia sobre la asturianidad o galleguidad del territorio comprendido entre los ríos Eo y Navia, tando desde el punto de vista cultural como histórico.

En nuestra opinión, desde el punto de vista cultural resulta indiscutible la absoluta hegemonía del sustrato lingüistico y cultural gallego. Pero desde el punto de vista histórico cabe realizar las siguientes consideraciones:

  • Hasta el año 910 el territorio pertenecía al reino de Asturias. Sin embargo, el reino de Asturias incluía también la actual Galicia. Y a partir del año 910 —en que la capital del reino se trasladó de la ciudad de Oviedo a la de León— el nombre del reino cambió a reino de León. Por lo que desde el punto de vista político y/o administrativo, de este hecho no se desprende ninguna asturianidad histórica del territorio (en oposición a su galleguidad).
  • En los s. IX y X existen relaciones de parentesco entre los antepasados de Condes del Honor del Suarón y el linaje de los fundadores del monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea). En el s. X una hija de Ónega (hija de Garviso Tructiniz y nieta de Tructinio Feliz) llamada Dalmacia estuvo casada con Piniolo Alvariz que pertencía al linaje de los propietarios de los monasterios de San Salvador de Cibuyo y Santa María de Villacibrán en el valle del río Narcea. Dalmacia y Pinilo Alvariz tuvieron un único hijo llamado Juan Pinioliz, que falleció sin descendencia y donó al monasterio de Corias el tercio que poseía del monasterio de herederos de Serantes. Y en el s. XI Petrus Velaz, hermano del conde del Honor del Suarón Rodericus Velaz también hizo una donación al monasterio de Corias a la muerte de su esposa Ónega Rodríguez antes de ingresar como monje en el monasterio. Todas estas relaciones hacen pensar que existía alguna relación de parentesco entre los fundadores del monasterio de Corias (los condes Piniolo Jiménez y Aldonza Muñoz) y los condes del Honor de Suarón. Es decir, que en los s. X y XI existían relaciones políticas y familiares entre los antepasados de los condes del Honor del Suarón y la nobleza asturiana.
  • Por otra parte, el hecho de que el noble gallego Fernando Yáñez (antes de 1112 - después de 1157) sea descendiente de los condes de Honor del Suarón podría poner de manifiesto una dispersión del patrimonio y los derechos feudales de la familia por diferentes zonas de Galicia, o bien la existencia de fuertes relaciones políticas y familiares con la nobleza gallega.
  • En 1154 Alfonso VII hace donación del Honor del Suarón al obispado de Oviedo. La pertenencia del territorio a Asturias resulta indiscultible a partir de entonces, es decir en la Baja Edad Media y posteriormente.
  • Desde la creación e instauración en 1833 de la división provincial de España, el límite entre la provincia de Oviedo y la de Lugo ha estado en la ría del Eo. Y hasta 1956 dicha división provincial estuvo en la orilla gallega de la ría. De modo que la ría del Eo pertenecía al concejo de Castropol, y por tanto a Asturias.

Por tanto, con anterioridad a 1154 no existe una información clara ni determinante sobre la pertenencia a Asturias o a Galicia del territorio comprendido entre los ríos Eo y Navia. En la Alta Edad Media los condes del Honor de Suarón tenían relaciones políticas y familiares con la nobleza asturiana, y parece que tuvieron un patrimonio señorial disperso por zonas de Galicia alejadas entre sí, o que tuvieron también relaciones políticas y familiares con la nobleza gallega.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que Galicia no existió como unidad política hasta la división del reino de León a la muerte de Fernando I en el año 1065 y posteriormente la creación del condado de Galicia y su otorgamiento a Raimundo de Galicia por Alfonso VI en torno a 1091 hasta 1107. De modo que la polémica sobre la pertenencia del territorio entre los ríos Eo y Navia a Asturias o a Galicia únicamente tiene sentido en el breve periodo de tiempo entre 1065 y 1107 en que Galicia existió políticamente, primero como reino y después como condado.

A partir del año 1154 el territorio entre los ríos Eo y Navia pertenece a Asturias.

 

Agradecimientos

A Jesús Fernández Suarez por la ingente información suministrada, en muchos casos inédita.



Fuentes bibliográficas y documentales

  • Fernández Suárez, Jesús. 2015. «De Entrambasaguas a la Puebla de Castropol». KRK Ediciones.
  • Fernández de Luanco, José Ramón. 1882. «Documentos históricos de Asturias». Se consultó la edición facsímil publicada en 2019 por la Fundación Ría del Eo. Se trata de una recopilación de documentos históricos del antiguo concejo de Castropol. ISBN 978-84-8053-964-7.
  • Floriano Llorente, Pedro. 1981. «Colección diplomática del monasterio de Villanueva de Oscos». Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, ISSN 0020-384X, Año nº 35, Nº 102, págs. 127-190.
  • López-Cotarelo García de Diego, Andrés. 2019. «Condes, tenentes y encomenderos del Honor del Suarón». La Vega: publicación bimestral de información histórica del concejo de Vegadeo, Nº. 121, págs. 20-25.
  • López-Cotarelo Villaamil, Antonio y Lino. 2005. «En torno a la parroquia de Serantes». Artículo publicado en el libro «Historia de Tapia a través de sus calles. Tomo III.» Ayuntamiento de Tapia de Casariego, Ediciones Nobel. Oviedo.
  • Pérez de Castro Pérez, Ramona y Santos M. Coronas González. 2018. «El ordenamiento del Honor del Suarón, la Tierra de Ribadeo y el Concejo de Castropol (Edades Media y Moderna). Discurso leído por la autora en el acto de su solemne recepción académica el día 3 de mayo de 2018. Contestación por el Ilmo. Sr. D. Santos Coronas González». Real Instituto de Estudios Asturianos. Oviedo, 2018. ISBN: 978-84-949602-2-2.
  • Reilly, Bernard. «The conquest of Christian and Muslim Spain 1031-1157». Se consultó la traducción al español publicada con el título «Reconquista y repoblación de la Península» dirigida por John Lynch. El País, S. L. 2007.
  • Villaamil y Logares, Francisco Antonio. 171x-1731. Manuscrito de historia del antiguo concejo de Castropol. Transcripción parcial de Antonio López Cotarelo, c. 1950.
 
 

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