Sobre la manipulación de los actos del centenario de
la biblioteca
Son muchos los aspectos en los que lo publicado en
los últimos años por el señor Xabier Fernández Coronado sobre la Biblioteca
Popular Circulante de Castropol es tendencioso, sesgado o directamente no es
compatible con la verdad.
Algunas de estas falsedades afectan directamente a
una persona de mi familia: Máximo Cancio Menéndez de Luarca, hermano de mi
bisabuela Juana y por tanto mi tío bisabuelo. Además afecta también a otros dos
insignes castropolenses más: Victoriano García de Paredes y Ramón García
González.
Hasta ahora he callado. Pero en el momento en que en
base a esta información se les ha excluido de forma deliberada y por
motivaciones políticas de dos actos institucionales en Castropol de
conmemoración del centenario de la Biblioteca Popular Circulante de Castropol
he decidido romper mi silencio.
La falsedad más sangrante es sin duda la afirmación
de que estas tres personas no son fundadores de la biblioteca. Lo cual se cae por
su propio peso y no resiste una mínima confrontación con la información
documental existente. Pese a lo cual el señor Fernández Coronado a estas
alturas sigue publicando artículos hablando del "manifiesto constitutivo" de la
biblioteca cuando me consta que sabe perfectamente que no es así.
Existe además al menos otra falsedad insidiosa que
merece la pena analizar: la afirmación reiterada por este señor de que el
motivo por el cual cesó la actividad de la biblioteca fue el golpe de estado de
julio de 1936. Esta afirmación ha sido repetida de forma recurrente por este
autor y se encuentra por ejemplo en el último artículo que se le ha publicado
en este mismo blog.
El motivo real por el cual cesó la actividad de la
biblioteca durante la Guerra Civil fue la violencia y el régimen de terror que
provocaron en Castropol los milicianos republicanos que tomaron Castropol el 24
de julio de 1936. Y la afirmación del señor Fernández Coronado me resulta
particularmente insidiosa porque una de las personas que sufrió esa violencia
brutal fue precisamente Máximo Cancio, que además de uno de los fundadores de
la biblioteca era su Presidente desde su fundación en noviembre de 1921.
La cuestión reviste gravedad e importancia. Porque
revela las motivaciones políticas por las cuales el señor Fernández Coronado
miente deliberadamente y manipula la historia. Nos encontramos ante las mismas
motivaciones políticas del revisionismo falsario de la historia que está
promoviendo el mismo partido que gobierna el ayuntamiento de Castropol y otros
partidos denominados de izquierda mediante las leyes de memoria histórica y de memoria
democrática.
Estas mismas motivaciones políticas han movido a las
personas que desde el ayuntamiento de Castropol y desde su biblioteca pública
municipal Menéndez Pelayo han excluido a estas tres personas en los actos
institucionales de conmemoración del centenario de la biblioteca. Y lo han
hecho por su militancia y su significación política.
Ante la gravedad de estos hechos publiqué varios
comentarios en este blog explicando esto mismo, y aportando datos concretos de
la violencia sufrida por Máximo Cancio y otros vecinos de Castropol a manos de
los milicianos republicanos. Pero para mi sorpresa esos comentarios míos han
sido eliminados de este blog.
El pasado día 27 de enero recibí un correo
electrónico del dueño y administrador de este blog informándome de que había
decidido borrar dos de mis comentarios, ya que en su opinión le parecían un
poco agresivos, y que rayaban en el insulto y que tampoco estaba dispuesto a
tolerar en su blog discusiones de tipo político.
Como decía, en concreto uno de los comentarios
borrados venía al hilo de esa afirmación política del señor Fernández Coronado
en su artículo imputando la culpabilidad del cese de la actividad de la
biblioteca al golpe de estado. Y en él yo explicaba cómo esa afirmación era
falsa aportando datos concretos de la violencia sufrida por Máximo Cancio y
otras personas en Castropol.
Si mi comentario es político, entonces más aún lo es
necesariamente el contenido del artículo del señor Fernández Coronado al que
que yo respondía por obvias alusiones e implicaciones familiares.
Resulta igualmente sorprendente (a estas alturas ya no lo es) que
mientras se eliminan mis comentarios por considerarlos “agresivos,
y que rayaban en el insulto” se le permitan al Sr. Fernández Coronado comenarios ofensivos contra mi persona que siguen colgados en este blog y
cualquiera puede leer.
Lo que se ha hecho con Máximo Cancio, Victoriano
García de Paredes y Ramón García González en los actos de conmemoración del
centenario de la biblioteca resulta de una gran injusticia. Pero el hecho de
que su exclusión haya obedecido a motivaciones políticas es absolutamente
escandaloso e intolerable. Por todo ello se deben depurar las responsabilidades
políticas y de todo tipo que existen en el ayuntamiento de Castropol y en su
biblioteca pública.
Andrés López-Cotarelo